
Una de las afirmaciones que más me han repetido en mis años como formador en Relaciones Humanas, era que todas las reglas, normas o consejos que transmitía no tenían nada de nuevo, que eran cosas de sentido común. Entonces si todos los conocemos y sabemos que dichos principios funcionan ¿qué nos impide aplicarlos, sabiendo que con ellos podemos conseguir mejores relaciones?
A través del respeto a las personas se manifiesta nuestra verdadera forma de ser. Cuenta Eduardo que un amigo le hacía la siguiente reflexión: ¿Por qué si soy y me siento de una determinada manera de ser, actúo de la contraria?¿Por qué si sé lo que tengo que hacer, hago lo contrario?¿Por qué si sé que es lo importante, no lo hago? Como por ejemplo:
- Si me gusta sonreír, no sonrío
- Si se que es bueno escuchar, hablo
- Si quiero a la gente, la trato mal
- Etc.
Una de las afirmaciones que más me han repetido en mis años como formador en Relaciones Humanas, era que todas las reglas, normas o consejos que transmitíamos no tenían nada de nuevo, que eran cosas de sentido común. Entonces si todos conocemos y sabemos dichos principios ¿qué nos impide aplicarlos, sabiendo que con ellos podemos conseguir mejores relaciones?
¿Somos nosotros mismos o nos dejamos llevar por las circunstancias?¿Realmente queremos ser así?¿Quién crea nuestras circunstancias?¿Qué o quién te impide cambiarlas?
Tomemos las riendas de nuestra vida y seamos pues como realmente queremos ser manifestando respeto a la otra persona, lo que nos llevará a ganar su respeto, el de los demás y, lo que es más importante, el respeto por nosotros mismos.
Por lo tanto.
Un FORTES abrazo.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...