El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos, el PLACER y el DEBER. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber)para correr sin perder el equilibrio
PLATÓN
¿Qué tal auriga eres? ¿Cómo templas y acompasas tus corceles?