Afilar el Hacha. Para, Piensa, Actúa.

PARA, PIENSA Y ACTÚA

Afilar el Hacha

Hoy te dejo una historia que conocí en un curso de Stephen Covey, que te ayudará a ser consciente de tu forma de trabajar, o como gestionas tus prioridades de tu día a día.

¿Cuántas veces te has encontrado padeciendo de “ESQUEÍSMO” ?: 

• Es que ¡no tengo tiempo!
• Es que ¡tengo que hacer esto hoy mismo!
• Es que ¡ya no sé cuál es mi prioridad más urgente!
• Es que ¡estoy desbordado/a!
• Es que… etc.

Todos esto nos impiden “pararnos a pensar” en cómo podríamos trabajar mejor y el resultado es que perdemos en eficiencia.

“Un hombre robusto y entusiasta pide trabajo como leñador en un gran bosque y después de una entrevista con el supervisor, consigue el empleo. Tiene asignado una sección de árboles y le entregan el material para empezar a trabajar.  El supervisor indica que volverá en unos días para ver cómo va progresando.

Nuestro hombre empieza el primer día con mucho entusiasmo y al final de la jornada había derribado 15 árboles. Al segundo día, no satisfecho del resultado del primer día, decide trabajar con más ganas y termina haciendo caer 12 árboles. Sorprendido, se acuesta pronto y al tercer día se levanta más temprano dispuesto a superar su marca, pero solo logra hachar 8 árboles…Al cuarto día, se levanta con el sol, no para, trabaja más horas y solo puede con 6 árboles.

Exhausto y desilusionado ve llegar al supervisor y le cuenta su experiencia y éste le pregunta: ¿En estos días, cuánto has dedicado a afilar tu hacha?

El joven respondió:

– ES QUÉ, no he tenido tiempo… estaba demasiado ocupado cortando árboles…

Moraleja:

¿Has probado alguna vez a conducir aprovechando al máximo la reserva de tu coche? ¿Qué has hecho hoy para afilar tu hacha?, ¿cuánto tiempo le has dedicado?

Para cada uno/a de nosotros/as esta historia puede tener un significado diferentes, pero la próxima vez que te encuentres o te sientas atascado/a y veas que no estás avanzando, párate un momento a pensar y recuerda la historia del leñador, porque es muy posible que necesites afilar el hacha, para poder trabajar en tu proceso de mejora continua. No caigas en el «ESQUEÍSMO».

FORTES abrazos

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